Argentina, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú y Uruguay han declarado la emergencia sanitaria por brotes de la presencia confirmada del virus H5N1 en aves domésticas, de granjas avícolas y/o silvestres de sus respectivos países.
También se han detectado focos en Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Panamá y Venezuela, por lo que las autoridades de dichos países se encuentran alerta continua a como se desarrolla la enfermedad en sus territorios.
Casos preocupantes son que en Ecuador se reportó el pasado 9 de enero que una niña de nueve años se contagio de la enfermedad por haber estado en contacto con un ave enferma, en Perú se ha informado que mamíferos han contraído el virus, al reportarse 634 lobos marinos muertos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica el 11 de enero de 2023, en el que destacó la importancia de controlar la infección en aves como una medida clave para reducir el riesgo para las personas y recomendó a los países fortalecer la vigilancia de la influenza estacional y zoonótica en las poblaciones animal y humana.
En general, los casos en humanos son puntuales y, cuando han ocurrido, no se han diseminado fácilmente de persona a persona. Sin embargo, el riesgo de establecerse transmisión sostenida entre personas existe, y finalmente podría desencadenar en un brote o hasta en una pandemia.